Los parques caninos o pipicanes son el único lugar donde un perro puede ir suelto en muchas ciudades de España. Para multitud de personas este suele ser el destino habitual de los paseos diarios.
Se plantea como algo beneficioso, un espacio seguro donde los perros pueden ir sin correa, donde pueden socializar o corretear. La realidad, sin embargo, suele ser muy distinta: a veces los únicos que socializan son los humanos mientras los perros se estresan porque se ven encerrados en un entorno demasiado pequeño y masificado donde a menudo lo que sucede no es juego sino bullying.
Otro problema es que la salubridad en muchas de estas áreas caninas no es óptima, más aún teniendo en cuenta la alta concentración de perros.
Consejos de uso del parque canino
- Sea grande o pequeño el espacio, una vez dentro de un parque para perros es importante no desentendernos de nuestro can, por mucho que esté sin correa.
- Presta atención a sus necesidades en todo momento: puede que esté tan contento o tan tranquila interactuando con sus congéneres pero cuando hay grupos de canes que no se conocen bien, las dinámicas entre ellos pueden cambiar con gran rapidez.
- Tu perro podría agobiarse o podría ser él o ella quien agobie a otros: si ves que no lo está pasando bien o que se está sobreexcitando, lo mejor es llamarlo y salir tranquilamente del recinto.
- No es buena idea llevar juguetes para perros o chuches a un parque canino, pueden generar conflictos.
- Ten cuidado con los elementos de agility: los obstáculos pueden ser peligrosos cuando los perros se ponen a correr y no solo eso, suelen estar hechos de materiales que se estropean con el tiempo por lo que pueden astillarse, etc. En general, mejor evitarlos.
¿Cuándo puede ser recomendable visitar un parque canino?
Dado que en el parque canino puedes soltar a tu perro con seguridad, si esto es algo que te preocupa lo ideal sería ir cuando haya pocos perros.
Intenta elegir un horario poco concurrido y así la experiencia será menos estresante para tu can.
Eso sí, sería importante que antes verifiques que, efectivamente, es un entorno seguro: las vallas han de ser lo suficientemente altas y estar en buenas condiciones. Y las puertas de entrada y salida tienen que permitir el acceso sin que se pueda escapar un perro.
Alternativas al parque canino
Si tu perro es tímido, está recién adoptado o tiene problemas de comportamiento es mejor evitar los pipicanes.
Más que estar sueltos en un pequeño recinto cerrado los perros necesitan explorar. Para ello, puedes pasear por zonas menos concurridas utilizando una correa de dos o tres metros, permitiendo que tu perro elija la dirección del paseo en la medida de lo posible.
De esta forma, tu can decidirá a dónde ir, cuánto tiempo pasar olfateando en diferentes lugares y cuándo interactuar con otros perros.
Otra opción es ir a parques grandes donde puedas usar una correa larga, de al menos cinco metros, con la que te sientas cómodo. En algunos parques, hay horarios específicos en los que se permite que los perros vayan sueltos. Si tu peludo no tiene miedos ni otras dificultades, esta es una excelente opción.
Conclusiones
- Los parques caninos suelen estar demasiado masificados.
- Para muchos perros no es una experiencia positiva.
- Si quieres darle un paseo de calidad a tu can, mucho mejor hacerlo fuera del pipican, con una correa larga.
Mitos
Muchos perros necesitan relacionarse con otros de su especie. Pero socializar no es juntar cinco perros en 100 metros cuadrados. En esos contextos, no tienen el espacio suficiente para comunicarse de forma adecuada y gestionar bien la situación. Es habitual que se den situaciones de bullying y se generen malas experiencias. Para buscar relaciones sociales es mucho mejor ir a grandes parques o salir al campo.