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Aunque pueda sorprenderte puede ser un comportamiento natural, depende del tipo de heces, de la frecuencia y del contexto. Eso sí, en algunos casos comerse una caca sí puede ser un problema de salud o un comportamiento que requiere que prestes atención.
- Heces de otros animales: este comportamiento suele ser natural. Algunos perros encuentran restos de nutrientes en las cacas de otras especies, lo que puede explicar su interés. Las heces humanas, en particular, parecen ser especialmente atractivas para ellos, ya sea por su contenido o su sabor. Si el consumo es ocasional y no compulsivo, puede considerarse parte de su naturaleza. No obstante, siempre es recomendable consultar con un veterinario, ya que este hábito conlleva riesgos de infecciones y parásitos.
- Heces de otros perros: comer heces de otros perros no es normal y suele indicar que hay un problema clínico o de comportamiento. Pueden influir factores como deficiencias nutricionales, problemas digestivos, parásitos, altos niveles de estrés o incluso un comportamiento aprendido durante la etapa de cachorro. Aquí es fundamental buscar la ayuda de un veterinario para identificar y tratar la causa subyacente.

El contexto, la frecuencia y la cantidad son claves para entender si este comportamiento es preocupante. Si tu perro lo hace de forma recurrente o compulsiva, no lo ignores: consulta a un profesional.