Una teckel jugando con una pelota

¿Es malo jugar con mi perro a la pelota?

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Jugar a tirarle la pelota a nuestro perro puede parecernos saludable e inofensivo. Es una de las formas más habituales de juego y se practica normalmente con la idea de pasar un buen rato, hacer ejercicio y “cansar” al can. 

A algunos peludos les puede divertir y, siempre que al rato pierdan el interés, no tiene por qué tener un efecto negativo. El problema surge cuando la actividad se transforma en adictiva para el perro y lo que parecía un simple juego se convierte en una obsesión que le impide disfrutar plenamente, causando problemas físicos y psicológicos. 

Observa cómo se relaciona tu perro con este ‘juego’ y valora si tiene o no un problema. 

¿Por qué les “gusta” tanto a los perros jugar a perseguir la pelota?

Si queremos saber por qué hay canes con ese gran afán por perseguir pelotas (u otros objetos) debemos remontarnos a sus orígenes.

Los perros son animales de naturaleza originalmente cazadora, diseñados para activarse a través del movimiento. Cuando lo hacen liberan hormonas, como la dopamina o la adrenalina, que les hacen sentirse bien. Al correr, por ejemplo, se puede reducir la sensación de dolor.

El acto de correr persiguiendo algún objeto (originalmente una presa) forma parte de lo que se conoce como secuencia de depredación. En algunas razas, como el golden retriever o el labrador, se ha reforzado parte de esa secuencia, en su caso la parte del cobro (retrieve = recuperar). En otras, como los border collie, lo que se reforzó fue la parte de la persecución.

¿Qué causa la obsesión por la pelota en los perros? 

Cuando lanzas la pelota a tu perro o perra y la persigue, estás reproduciendo sólo una parte de la secuencia de caza. En esta fase hay una activación hormonal (adrenalina, cortisol, etc.) que se produce para que el can consiga su objetivo: atrapar su presa -en este caso la pelota. 

En la naturaleza, el proceso de caza continúa cuando el perro mata a la presa. Es en esta  fase es cuando el cuerpo (y mente) del can se relajan. Incluso durante la masticación, hay una activación hormonal que ayuda al cuerpo del perro a calmarse. 

Al faltar la última parte de la secuencia de caza, en la que el can se relaja, y solo potenciar el capturar y traer, capturar y traer, el cuerpo del perro no vuelve nunca a su estado original, pudiéndole causar una situación de estrés crónico, si esto se repite en el día a día. 

Los niveles hormonales de excitación del perro no tienen tiempo de recuperarse nunca. 

Perseguir la pelota deja de ser un juego y se convierte en una obsesión: la dopamina que se libera es adictiva y dado que la respuesta de activarse ante el movimiento es innata, se vuelve un comportamiento automático, el perro ya ni piensa.

Señales para reconocer a un perro obsesionado con la pelota 

Estas son las principales señales que te alertan de que tu perro está obsesionado con jugar a la pelota. Si tu perro muestra varios de estos comportamientos es más que probable que tenga un problema serio con las pelotas. Ese “juego” le estará produciendo estrés, taquicardias o ansiedad y puede llegar a generar comportamientos agresivos:

  • Siempre ha sido un perro que se relacionaba con otros y está dejando de hacerlo para jugar con la pelota.
  • “Mastica” o muerde repetidamente dentro de la boca la pelota y la persigue compulsivamente.
  • Coge la pelota entre sus dientes y no la suelta para evitar que se la quites.
  • No suelta la pelota de la boca pese a que le ofrezcas algo aparentemente más interesante.
  • Lucha para tener siempre la pelota.
  • Muestra hiperactividad exagerada para jugar con la pelota.
  • Insiste repetidamente para que juegues con él a la pelota. Llora, ladra y muestra frustración si no juegas con él.
  • Solo quiere jugar a la pelota y nunca se cansa, por mucho que juegues con él.
  • Muestra jadeo, babeo, comportamiento destructivo, etc. cuando la pelota está fuera de su alcance o cuando te la trae y tú no se la lanzas.

Posibles consecuencias de tirarle a tu perro la pelota

  • Abandono de comportamientos naturales. Si se vuelve adicto a la pelota tu can dejará de explorar, socializar, descansar u olfatear… Todo ello es muy importante para la salud psicológica y física de tu perro o perra. 
  • Persecución generalizada. Puede empezar a perseguir otras cosas que se muevan rápido: corredores, bicicletas, coches… incluso reflejos.
  • Lesiones. Los movimientos repetitivos pueden causar lesiones.
  • Insaciable. Tu can se hará cada vez más resistente físicamente y habrá que aumentar el tiempo lanzando la pelota. 
  • Frustración. Es muy probable que en los momentos en que no hay pelota se muestre inquieto o estresado, ladrándote para que se la tires. 
  • Problemas en la dentadura. Las pelotas de tenis estropean los dientes de los perros.
  • Conflicto por protección de recursos. Cuando hay más de un perro, por ejemplo en parques, la pelota puede generar un conflicto al haberse convertido en un objeto de mucho valor. (artículo de protección de recursos)
  • Tragarse la pelota. Debido a la excitación o por protección de recursos, tu perro puede tragarse la pelota con el evidente riesgo de ahogo.

¿Puedo jugar a lanzar otras cosas a mi perro?

En general, mejor que no promuevas ningún juego de persecución. Hay gente que tira palos o piedras, lo que es aún peor ya que destrozan la dentadura del perro y son frecuentes los accidentes que requieren intervención veterinaria.

Si tu perro ya está obsesionado con la pelota, no lances nada, ponte en contacto con un profesional que te guíe para saber cómo reconducir correctamente ese comportamiento

¿Cómo prevenir o evitar la adicción a las pelotas en los perros? Alternativas a lanzar pelotas a tu perro

Hay muchos juegos que puedes realizar con tu perro durante el paseo para divertiros y reforzar vuestro vínculo que no sean tirarle la pelota. 

Puedes optar por jugar con mordedores, hacer que busque la pelota sin lanzarla o ejercicios de olfato… Pero recuerda que la mayor parte del paseo debería ser explorar, caminar, socializar con el mundo o sentarse a ver la vida pasar. 

Conclusiones

  • Cuando ‘juegas’ a lanzar la pelota a tu perro estás reproduciendo sólo una parte de la secuencia de caza en la que el can produce una secreción de hormonas que lo activan enérgicamente. Sin embargo, al no finalizar el proceso de caza (matar presa y comer) no se activan las hormonas que lo relajan. Se queda en un estado permanente de excitación del que no baja.
  • Las consecuencias de perseguir la pelota pueden derivar en: obsesión; abandono de comportamientos naturales (olfatear, descansar, etc.); lesiones físicas; persecución a cualquier objeto; frustración e incluso tragarse la pelota.
  • Mejor que no potencies los juegos de persecución y no sustituyas la pelota por otro objeto. En caso de obsesión ponte en manos de un profesional del comportamiento.
  • Hay muchas alternativas a jugar con pelota pero prioriza un paseo en el que se relacione con su entorno de manera natural.

Mitos

El perro se cansa físicamente, sí, pero no mentalmente. Y lo que es peor, queda en un estado de alteración permanente debido a  las hormonas que se activan en el proceso. Además, cuanto más juegues, más necesitará, más se obsesionará. Al perro no hay que “cansarle” de esta manera. Es mucho mejor dar buenos paseos donde explore a su ritmo. 

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