Un estudio de DogStudies, del Instituto Max Planck de Geoantropología, ha examinado las diferencias en el comportamiento de los perros mientras sus tutores experimentan diversos estados emocionales.
Lo que han constatado puede que no sorprenda del todo a personas que interactúan con canes o que tratan de enseñarles algo nuevo pero, aún así, lo que han constatado es realmente importante y útil: los perros perciben diferencias en las emociones humanas y se comportan de manera diferente dependiendo del estado emocional de su tutor.
Miraban y saltaban con menos frecuencia y atendían menos al comando “sentado” cuando aprendían una nueva tarea de una persona que se mostraba triste o neutral. Por el contrario, los perros con tutores felices tuvieron un mejor desempeño en la nueva tarea.
En resumen: cuando están entrenando o aprendiendo algo nuevo, los perros lo hacen mejor si su tutor se muestra feliz.
Para llegar a estos resultados, los investigadores probaron a 77 parejas de perros y personas en un experimento de dos sesiones. Los tutores desconocían el propósito del estudio.
En la primera sesión, los tutores recibieron instrucciones detalladas diseñadas para inducir una emoción neutral. Luego entrenaron a su perro en una tarea similar a una carrera de obstáculos, en la que el perro comenzaba sentándose cerca de su tutor, caminaba alrededor de un cono y luego regresaba con su humano. Si el perro tenía éxito tres veces, la persona se alejaba del cono y repetía el proceso desde la nueva posición.
En la segunda sesión, a los tutores se les mostró al azar un videoclip seleccionado para inducir tristeza, felicidad o neutralidad.
Luego reanudaron inmediatamente el entrenamiento de su perro en la tarea de la primera sesión. Posteriormente, los investigadores compararon la frecuencia de varios comportamientos caninos en los dos entornos para medir si el estado emocional del dueño tenía influencia y en qué medida.
Aunque el análisis del comportamiento de los perros muestra que se comportan de manera diferente según las emociones de sus dueños, los investigadores dicen que es poco probable que los perros sientan empatía por nosotros. De hecho, los perros parecen mantener la distancia cuando sus tutores están tristes y no parecen exhibir comportamientos más útiles o reconfortantes.