Este es el primer paso para implementar un plan de enriquecimiento ambiental efectivo. Cada peludo tiene su propio conjunto de necesidades, desafíos y características, por lo que es fundamental evaluarlos de forma personalizada para garantizar que las estrategias de enriquecimiento se adapten adecuadamente a cada caso. Este análisis se realiza a través de la observación directa y un registro detallado de los comportamientos, estado de salud y preferencias de cada perro.
1. Identificación de señales de estrés
El primer aspecto del análisis individual consiste en identificar las señales de estrés que cada perro pueda presentar. Pueden manifestarlo de muchas maneras: ladridos, lamido compulsivo, hiperactividad, aislamiento o estereotipias (como girar sobre sí mismos o portar cosas en la boca de un lado a otro). Debemos observar estos comportamientos y registrar cuáles realiza cada perro y su frecuencia.
2. Evaluación de problemas de salud
Hay que valorar si podrían estar relacionados con el estrés o la falta de estimulación. Un perro con estrés crónico tendrá un sistema inmunológico débil, haciéndole más susceptible a enfermedades. Las estrategias de enriquecimiento pueden no solo prevenir estos problemas, sino también ayudar en la recuperación. Por ejemplo, un can que tenga problemas de movilidad fruto de una lesión, puede, entre otras cosas, caer en un estado depresivo que podría paliarse con masticación o estimulación olfativa.
3. Necesidades individuales de los perros
Cada perro es un individuo único y sus necesidades varían en función de su personalidad, su historia y su genética. Por ejemplo, los perros de presa suelen tener una mayor necesidad de masticación mientras que muchos terriers necesitan excavar. Aunque un perro sea mestizo, no quiere decir que no tenga esas tendencias en su interior. Por otro lado, cada can es un mundo y, por ejemplo, entre dos hermanos podemos encontrar que uno tiene una mayor necesidad de paseos exploratorios mientras que otro prefiere disfrutar de tumbarse en una superficie alta.
4. Fichas individuales
Una herramienta útil durante el análisis y el posterior seguimiento es la creación de fichas individuales para cada perro. Estas fichas deben incluir información sobre su comportamiento, señales de estrés, problemas de salud, actividades favoritas, y cualquier otra observación relevante. Mantener estas fichas actualizadas permite un seguimiento continuo y facilita la adaptación de las actividades de enriquecimiento según cambien las necesidades del perro. Se puede realizar en una pizarra o utilizar un sistema informático. Aquí te proporcionamos un hoja de google que puedes utilizar de plantilla.
El análisis individual es la base para un enriquecimiento efectivo, pues permite crear un plan adaptado que no solo mejora la calidad de vida del perro, sino que también facilita su posible adopción, al ayudarle a gestionar mejor el estrés y mostrar comportamientos más equilibrados. Este enfoque individualizado asegura que cada perro reciba el apoyo y la estimulación que necesita para ser más feliz y saludable.