Conducta en la que el perro canaliza un pico de estrés, provocado por frustración, excitación o una emoción intensa, hacia un objetivo distinto al aquello que generó dicha respuesta. Por ejemplo, puede morder la correa cuando sale de casa muy excitado o echar la boca a la persona o can que tenga al lado al ver a otro en la distancia con el que tiene problemas.
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