Conjunto de mecanismos sensoriales que permiten al perro percibir la posición de su cuerpo en el espacio, así como la tensión de sus músculos y la dirección y velocidad de sus movimientos. Esta información proviene de receptores en los músculos, articulaciones y tejidos conectivos, que envían señales al cerebro para evaluar y ajustar el estado y movimiento de las diferentes partes del cuerpo. La propiocepción es esencial para ejecutar movimientos coordinados y precisos, como caminar, correr, mantener el equilibrio en situaciones difíciles o actuar de forma rápida y precisa para evitar lesiones. Además, desempeña un papel crucial en la rehabilitación, ayudando al cerebro a recalibrar y ajustar los movimientos para evitar lesiones y recuperar la funcionalidad.
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