Respuesta emocionalmente intensa y repentina que un perro manifiesta ante estímulos que interpreta como amenazantes, excitantes o inusuales. Suele expresarse mediante ladridos, gruñidos, tirones de correa o un estado de hiperactivación. Este comportamiento puede indicar estrés, frustración o miedo, y requiere de una gestión adecuada para evitar que se intensifique y para ayudar al can a desenvolverse de forma más calmada ante dichas situaciones.
Sinónimos:
Reactividad