Es la primera leche producida por una perra después del parto. Es un líquido espeso y amarillo, rico en nutrientes y anticuerpos esenciales para los cachorros recién nacidos. Proporciona inmunidad pasiva, ayudando a proteger a los cachorros de enfermedades mientras su sistema inmunológico se desarrolla. Es crucial que lo ingieran durante las primeras 24-48 horas de vida para obtener estos beneficios. Asegura el crecimiento saludable y la protección temprana contra las infecciones.